Review * Meadows End * - "The Grand Antiquation" - 2019
Meadows End es uno de esos grupos que nos gustaría que tuviera más repercusión entre los fans y, porque no decirlo, mayor difusión en los medios. Aunque comenzarán su carrera allá por 1998 en Suecia, no publican su primer disco ("Ode to Quietus") hasta el 2010. A este le siguen "The Sufferwell" en el 2014 y "Sojourn" en 2016, hasta llegar a este reciente "The Grand Antiquation".
Se abre este disco con el magistral "Devilution", simplemente una maravilla de composición con unos coros "celestiales" en las alturas como si de almas perdidas se trataran en una escena de turbulencia infernal donde la guitarra de Jan Mehle y el bajo de Mats Helli se apoyan mutuamente. El aspecto melódico se saborea en el estribillo. Más agresivo, "Storm of Perdition" tendría casi algo de symplo black en su entorno y en sus propuestas musicales. Los coros "celestiales" parece claro que nos acompañarán a lo largo de todo el disco. A veces fantasmagóricos, a veces intrigantes o desgarradores, hacen que la voz del alma humana se escuche mientras el cuerpo se pierde en el abismo de la vida.
La lentitud es la consigna en "Svept i Sorgepläd", que conlleva influencias directas de bandas como Wolfheart, cosa que solo puede beneficiarles. Hasta el momento, el disco va bien. La batería de Daniel Tiger es claramente protagonista a lo largo del siguiente tema, "Night's Bane", que ritmos, que sonoridad, brutal. Canción muy cercana al folk metal. Un pasaje cantado por una voz femenina aporta al título un toque de dulzura envenenada. Meadows End juega en "Non-Dreaming Eye" con atmósferas musicales alternando melódicamente pasajes barrocos y dramáticos con momentos sobrios y fríos donde la batería vuelve a tomar protagonismo.
"Her Last Sigh Goodbye" nos propone algo bastante diferente, destacando la melancolía por encima de la agresividad. La voz de Johan Brandberg también pasa de la dulzura a verdaderos gritos. Y llega el turno de la sensual pero a su vez mortal "The Insignificance of Man", acompañada por una voz femenina. Tanto en el transcurso del tema como en los pasajes en solitario el teclado de Robin Mattsson continúa haciendo maravillas. Y llega la hora de despedirse con "I Stilla Vemod Vandra", un tema que esta a la altura del resto del disco, con unos aires muy vikingos y ciertos toques black de nuevo. Fantástico broche de oro para acabar.
"The Grand Antiquation" nos confirma todo lo bueno que pensamos de Meadows End ya que el grupo siempre nos ha ofrecido unos discos de muy buena calidad que esperamos que con este último les haga subir un escalafón más. La fuerza y la melodía se vuelven a dar cita en estos 8 temas del disco que crean y nutren un ambiente dramático más que apreciable y exitoso. Sin lugar a dudas un trabajo enorme e imprescindible para todos los amantes del género. Sonando varias canciones ya en nuestra emisora 24 horas, por supuesto que sí.
Texto : Woody Rockefort