Review * Uriah Heep * - "Living the Dream" - 2018
Hoy, desde Radio Rockefort, os queremos presentar una de esas joyas que a menudo pasan inadvertidas en las agendas de lanzamientos más esperados del año, quizá sepultadas por el marketing de los grupos “corporativos” , las grandes apisonadoras del negocio, como me gusta llamarles. Se trata de lo último de los legendarios e inigualables Uriah Heep; banda clásica donde las haya, que jamás gozó del reconocimiento merecido. Traemos en esta ocasión el análisis de "Living the Dream", su último disco.
La veterana banda nos presenta una propuesta a la vieja usanza excelente, cimentada en las bases del hard rock más puro que mandaba en los años 70; teclados vertiginosamente bien engarzados, riffs de guitarra todo lo “crujientes” que tus oídos puedan soportar, unas líneas de bajo sugerentes que acompasan a la perfección el conjunto, una batería siempre cumplidora y resultona y, la guinda al pastel, una voz con garra, ligeramente rasgada por el tiempo, pero capaz de estremecerte y con gran expresividad. "Living the Dream", allá vamos!
El álbum abre con el corte "Grazed By Heaven" , el cual te introduce en una espiral melódica de gran potencia, comandada principalmente por una acertadísima estructura proveniente de las teclas de Phil Lanzon -ex de Lionheart-, el solo de guitarra de Mick Box es de aquellos de los que sienta cátedra, empieza a dejarnos entrever lo que aparecerá en los siguientes cortes. Como anécdota curiosa, el bajista Dave Rimmer contactó con el mismísimo Jeff Scott Soto y le encargó la escritura de la lírica del tema. Inmejorable comienzo de álbum.
En el corte homónimo "Living the dream", apreciamos un tema de corte oscuro, en tanto que “misterioso” me atrevería a decir. Un misterio que termina fundiéndose con una serie de riffs clásicos, que bien se pueden acercar al blues eléctrico por el trabajo vocal. Es como si sacas un tema del The Last in Line del laureado DIO y le das una vuelta de tuerca hard rockera y con dosis inferiores de oscuridad y potencia, tema acertado con un outro pegadizo que precede a otro intenso solo de la máquina de emitir escalas que es Mick Box. Inconmensurable el guitarrista británico en este trabajo. Con "Take away my soul" se produce uno de los momentos cúlmen del trabajo, una letra épica, con regusto a despedida, un canto a la resistencia, a redención, coronada a la perfección por riffs de guitarra a cargo del bueno de Mick, en esta ocasión, Rimmer al bajo se desmelena y nos regala unas líneas de un carácter más anárquico, en el que se permite el lujo de arpegiar la parte “happy” del tema. Mención especial a la cadencia rítmica que tan bien confeccionan los parches de Russel Gilbrook, el teclado es de otro universo, junto a los solos de guitarra, nuevamente la brillantez de los matices. La transición junto a "Knocking at my door", es absolutamente genial, los temas se engarzan a la perfección, creando una sensación de coherencia muy “cómoda” de escuchar.
Después de ir entrando en materia de lo que nos presenta la legendaria formación británica, ha llegado la hora de zambullirnos en la piscina de whisky del hard rock, ha llegado "Rocks In The Road". Llega un himno que no podéis dejar de escuchar, una oda a los forajidos de la carretera, a la vida fácil. Hay que ver que bien se compenetra la formación actual, la voz de Bernie Shaws, no desmerece en nada la voz por excelencia de los primeros Uriah Heep, el mismísimo David Byron. Destacamos el medio tempo que incorpora el tema, en el que el bajo se funde con el teclado bajo el abrigo de unos melancólicos llantos a las 6 cuerdas que nos traen una atmósfera muy familiar; personalmente me transmite emociones similares a la legendaria y atemporal Child in Time. Casi nada.
Es hora de relajarnos un poco, demasiadas emociones fuertes por ahora. A estas alturas el trabajo ya se consagra como una joya de las que cuesta ver hoy en día a manos de una banda clásica. Llega "Waters Flowin", un tema acústico de ramalazos country/folk, que termina floreciendo en una parte soft con ligera distorsión y que genera un ambiente distendido y de júbilo. Buen tema, no desentona para nada el conjunto aunque sea distinto.
Con "Its all been said" lo dejan bastante claro. Ya estaba todo dicho, pero ahora, más aún. Tema de un marcado carácter progresivo en el que recuerdan a los mismísimos maiden en ciertos riffs, las líneas de bajo reflejan una belleza que juega timidamente con los acordes que salen de las teclas del Roland de Phil Lanzon. Este tema es otro momentazo “Uriah Heep” muy a tener en cuenta. La parte final, evoca tristeza y melancolía, como el buen hard rock, una de cal y otra de arena. Porque al fin y al cabo, eso es la vida ¿no? Increíble tema. "Goodbye to Innocence" es un trallazo de corte rockabilly, totalmente macarra y bailable. La banda se engomina el tupé y se pone la chupa negra, disfrazándose de los de Grease. Curioso tema, que, como el de corte country citado anteriormente, no desentona en absoluto.
Y llegó el final, cesó el clamor, pero la magia no se desvanece como cantaron los Barón en su día, llega "Dreams Of Yesteryear", el broche perfecto, impregnado de un rush de sentimientos difíciles de conseguir, evocando nuevamente sueños del pasado, de momentos vitales pretéritos. Tema muy inspirado y que recorta ligeramente la caña en detrimento de lo sentimental, con una batería marcando el ritmo de power ballad, unas cuerdas entregadas a la persecución de los recuerdos y las emociones y una voz que parece lanzar lecciones de vida en cada frase.
Uriah Heep lo ha conseguido con creces, este "Living the Dream" es uno de los lanzamientos del año, sin ningún tipo de duda. Solo toca esperar que visiten nuestro país y poder darles las gracias desde el otro lado del escenario. Ya quedan pocos trabajos con este nivel de esmero y lo fácil es vivir del nombre; cuando siempre trabajaste duro, el nombre importa poco, solo la calidad, solo Uriah Heep por siempre!
Texto : Javi "Rockefort" Mozos
Edición : Woody Rockefort