Back to the Past with.... SLAYER. Vida, obra, milagros y despedida

Parafraseando a mis amados Grim Reaper, hoy venimos con un Back to the Past especial, uno muy triste y melancólico. Hoy se emborronan los pentáculos de sangre , y las guitarras eléctricas guardan minutos de silencio, hoy es día de luto en el Infierno. Hoy, despedimos a Slayer. Y los despedimos dando un paseo con olor a azufre y a 1000º de temperatura por toda su trayectoria.

Corría el año 1981, la escena metalera mundial agitaba sus melenas al aire al ritmo de Iron Maiden, Judas Priest o Black Sabbath. Los más “duros” del lugar, preferían bandas como Mötorhead, las cuales serían imprescindibles para entender la aportación de Slayer. Nadie estaba preparado para lo que estos amigos de California iban a darle a la música. Nadie en su sano juicio imaginaba esas dosis de brutalidad, de violencia y de maldad. Slayer fue, es y será el gen original de la maldad en el metal extremo. Y es que, en que buena hora el frenético guitarra solista Kerry King y el alma y genio de la banda, el todopoderoso y omnipotente Jeff Hanneman (R.I.P) contactaron con Tom Araya para la voz y sección rítmica y a uno de los baterías más icónicos en cuanto al doble bombo se refiere, el magnífico Dave Lombardo.

Orígenes y Ascenso al Reino de la Oscuridad

La leyenda comienza con el sublime Show No Mercy (1983). Este álbum -el cual fue financiado exclusivamente por los miembros del grupo y algunos familiares-, consiguió rápidamente adeptos y una gran acogida en la escena metalera underground de la época. La obra es una gran muestra de calidad, integrada en la NWOBHM -la corriente de heavy clásico británico- pero con un halo de oscuridad, agresividad y caña difícilmente igualable en la época. Desde Radio Rockefort destacamos el tema Black Magic, el cual es ya un clásico en los directos de la banda.

Tras el genial EP Haunting the chapel (1984), la banda le dio una vuelta de tuerca a su nivel de agresividad y avanzó hacia un thrash metal más definido -como veríamos en Hell Awaits-, dejando a un lado las cadencias más heavies del pasado y ofreciéndonos himnos como Chemical Warfare. Finalmente llegó el archiconocido y aclamado por todo amante del metal, el grandioso Reign in Blood (1986).

El que fuera el segundo álbum de la banda, supuso tal bombazo en cuanto a estructuras, contenido lírico -rodeado de polémica por su temática satanista y nazi-, nivel de agresividad y velocidad en la cadencia rítmica, solos que desataban la más absoluta de las demencias… que la emblemática revista Kerrang! se atrevió a calificarlo como el disco más pesado de la historia del Metal -casi nada-. Es muy muy difícil hacer un despliegue tan brutal en tan solo 28 minutos de grabación. Slayer, no solo consiguió esto, sino que logró consagrarse como una de las bandas más punteras en la escena, consagración que después le valdría su lugar en el Big Four del thrash americano -junto a Metallica, Anthrax y Megadeth-. Como no podía ser de otro modo, Raining Blood y Angel of Death, brillan con luz propia en un disco sin ningún pero, un álbum antológico que ayudó a definir lo que sería el metal extremo hasta nuestros días. El grupo se encontraba en la cima del Metal, con una popularidad nunca antes vista.

El principio del fin: South of Heaven y Season in the Abyss

Con estos dos álbumes, Slayer da los últimos coletazos a su etapa más thrasher para acercarse a tesituras más cercanas al heavy metal con el fin de cosechar mayores éxitos comerciales – se nota mucho cuando los grupos firman con grandes discográficas - este es un buen ejemplo de ello-. Aún así, estos dos álbumes son muy disfrutables. Los dos temas que hemos rescatado de ambos discos son Mandatory Suicide y Dead Skin Mask. En estos temas podemos apreciar un “aligeramiento” en el sonido y en las estructuras de la banda, pero conservando siempre sus señales identitarias.

Desde la época “-core” hasta “Repentless” y la gira mundial de despedida.

Tras publicar Season in the Abyss, Slayer encadena una serie de lanzamientos que no fueron especialmente bien acogidos por la crítica ni por el público, muy alejados de su propuesta inicial, evolucionando hacia una mezcla de hardcore/metal alternativo que no le sentó especialmente bien a la agrupación americana. Una claro ejemplo de esto son lanzamientos malogrados como Diabolus in Musica (1998) o Christ Illusion (2006). Para muchos de nosotros, el lanzamiento de Repentless (2015) no fue un mal broche a la carrera de la mítica banda que, sin ser un lanzamiento espectacular a la altura de lo producido en la década de los años 80, supone una obra entretenida y disfrutable, superando en algunos aspectos a lanzamientos anteriores.

No podemos olvidar que Repentless fue el hilo conductor de la gira mundial de despedida de la banda. Gira, que nos mostró a una banda veterana, capaz de seguir agitando nuestros cuellos, aunque ligeramente descafeinada por la irremplazable pérdida del genio Jeff Hanneman y la ausencia de Dave Lombardo, el cual fue reemplazado por Paul Bostaph (ex miembro de Exodus). En definitiva, cuando hablamos de la trayectoria de Slayer, nos sucede algo muy similar con otros grupos de similar recorrido, una carrera marcada por unos inicios absolutamente brillantes, revolucionarios y que cambiaron la forma de entender el metal, creando herramientas que servirían de pilares para lo que el metal extremo sería después.

Pronto esos primeros años gloriosos se tornarían algo grises, con una clara carencia de inspiración. Aún así, cabe destacar que donde Slayer brillaba con luz propia y era difícil de igualar por otros grupos era en el terreno del directo y la música en vivo. En ese aspecto, podemos referirnos a Slayer como una de las bandas más potentes ; una banda especializada en satisfacer los paladares más metálicos. En definitiva, una banda irrepetible que no volveremos a ver, una grupo legendario más que nos deja y pasa a engrosar el Olimpo del metal.

Nota del editor: Y hasta aquí este estupendo "Back to the Past" de nuestro compañero Javi. Recordaros que la gira despedida de Slayer hasta el momento cuenta con dos fechas en nuestro país (Madrid y Barcelona), 17 y 18 de Noviembre con unos grupazos invitados para la ocasión. http://rockefort.radio.es/