Review * Judas Priest * - "Firepower" -
Algunos dirán que las últimas grabaciones del combo británico, los publicados desde el año 2000 a esta parte, no se han librado de reproches por parte de los fans. Demasiado largos, mal producidos, composiciones desiguales.. Esto podría decirse de "Angel of Retribution", el álbum conceptual dividido en dos partes "Nostradamus" o incluso del "Redeemer of Souls".
Nuestros ingleses están de vuelta con su décimo octavo álbum de estudio, cuatro años desde su último disco y cuarenta y cuatro años después de su primer trabajo "Rocka Rolla". Desde el principio, "Firepower" establece la verdad. Riff incisivo, componente de velocidad del diablo, doble bombo salvaje, cliché repetido sin duda, pero espantosamente eficaz. Al igual que la estupenda portada que recuerda la gran época ("Screaming For Vengeance" y "Defenders Of The Faith"), se espera que el resto del disco nos transmitan lo mismo.
Sigue el disco con algunas partes de thrash metal que percibimos en "Lightning Strike" o la rápida "Necromancer" o las canciones puramente heavys y medios tiempo como la muy llamativa "Children of the Sun", el majestuoso "Rising From Ruins" (con la intro "Guardians" de piano y guitarra) o la aplastante "Spectre".
Las canciones más hardrockeras también están presentes, como la épica y melódica ''Never The Heroes'' y la muy old shool "No Surrender".
El nervioso ''Flame Thrower'', básico pero imparable y el correcto pero prescindible ''Lone Wolf'' (con su inicio de stoner y el riff a lo Black Sabbath) completan la entrega. El quinteto cierra este disco con la poderosa balada ''Sea Of Red''. No es desagradable en sí misma, pero que yo particularmente no hubiera elegido para el cierre de este disco.
De todas maneras el "Dios del Metal" no ha perdido para nada su excelencia. Los agudos no aparecen tanto en escena como en el pasado, hay que reconocerlo, sin embargo nos obsequia con unos estribillos pegadizos y fácilmente coreables ( "Evil Never Dies", "Traitors Gate"...). Mis respetos para el Sr Halford. Segundo álbum de estudio para el nuevo guitarrista Richie Faulkner, (tarea complicada remplazar a K.K . Downing desde el 2011), quien cumple a las mil maravillas y hace un gran dueto con Glen Tipton, ofreciéndonos ambos unos solos bastante limpios e inspirados. Siempre fieles a la tónica de la banda, los incombustibles Ian Hill (el bajista sin defectos) y Scott Travis (baterista). Una base pesada y contundente.
La co-producción de Tom Allom (ya estaba él en "Ram it Down") y el famoso Andy Sneap (miembro de Sabbat y Hell, ingeniero de sonido y colaborador de Accept, Cathedral, Exodus, Kreator, Machine Head , Masterplan, Megadeth,) es simplemente perfecta. Este último acaba de ser oficialmente admitido para los conciertos de la próxima gira como reemplazo de Tipton (la evolución de la enfermedad de Parkinson no le permite garantizar las fechas previstas).
Al final, nada de revolución en lo nuevo de los Judas. Más bien un regreso a unas bases archi conocidas y ya probadas con anterioridad. Este "Firepower" probablemente habría ganado aún más en intensidad de haber prescindido de dos o tres canciones menos afortunadas. Aún así el disco es convincente, directo, poderoso, lleno de duelos de seis cuerdas, no falta nada. Nuestros veteranos todavía tienen algo que contar y mostrar. Los JUDAS han vuelto.
Texto : Woody Rockefort