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Crónica River Crow + Exodium en Sala Nana Conciertos 27/01/18

La primera vez que estuve en la Sala Nana. La primera vez, y ya me he llevado un enorme dolor de cuello y una noche de rock inolvidable y sin concesiones. Así fue la presentación del primer LP de los prometedores River Crow, “No More Redemption”. Stoner desde la Poblachuela; buen hacer, actitud y ganas. Otro de los acontecimientos de esta noche para el recuerdo fue la exhibición de los madrileños Exodium. Presentación de una serie de temas que pretenden conformar su primer LP, que yo, como amante del thrash ochentero, disfruté como un crío. Vamos con la crónica!!!

El ambiente estaba cargado de expectación, por un lado, por las ganas que todos teníamos de ver como lucía el nuevo disco de River Crow en vivo. Tras el teaser y la información que teníamos –con cuentagotas- simplemente no podíamos esperar más, esa era la noche. Por otro lado, por ver como se desenvolvían en el escenario Exodium, los cuales fueron una sorpresa tremendamente positiva.

Presentaron la noche Exodium, para calentar motores y deleitarnos con un thrash metal con un revestimiento muy a la orden del día, un sonido muy actual, pero que conciliaba a la perfección con las estructuras clásicas que desataron la “metal-mania” por grupos que todos idolatramos en el pasado; afilado, speedico, que a veces se arrimaba al progresivo, con una cadencia rítmica de muchísimas tablas. Me hicieron recordar lo bien que se llevaba la maldita cerveza con la vieja escuela ochentera.

Abrieron con “Inner Fight”, tema que, logró trasladar la lucha interna –como reza el título- a todo el público, violencia sónica. Tema muy completo y muy bien estructurado, con todos los ingredientes para golpear fuerte: sección rítmica aplastante, riffs de endiablada velocidad y contundencia y una voz que casaba a la perfección. Destaca el pegadizo y genial estribillo “Never give up…never give up the fight!!!” las contracturas empezaban a acudir también a la Sala Nana. Habían venido para quedarse. Como el buen gusto de las guitarras rítmicas añadiendo ese delicioso armónico que tanto disfrutamos los thrashers de corazón.

Las influencias son tremendamente positivas, recordándome profundamente a viejas glorias rejuvenecidas como mis añorados Testament del bueno de Chuck Billy, Skolnick y compañía. “The bright of chaos” abre con un endiablado riff con tintes “slayerianos” que bien podrían recordar a los Suicidal Angels de los comienzos. Thrash en vena; coros, pasajes progresivos machacacuellos, todo casa a la perfección. Estos temas junto a la progresiva “Godless” y la vigorosa “Virus”, junto a tres geniales covers 100% vieja escuela de los laureados Anthrax (“Caught in a mosh”) y los legendarios Megadeth, con “She Wolf” junto a una memorable “Be quick of be dead” -especial mención a la estructura armónica y a los solos- de nuestros amados Maiden, cierran un concierto que sirve como herramienta para acercarnos al sonido identitario de la formación madrileña. Es muy importante ver sincronía, afinidad, y , por encima de todo, trabajo y curro detrás de la preparación de un concierto, y Exodium -problemas técnicos aparte- hizo los deberes de sobra. Un buen brindis de birra por ellos!

Ahora sí, estaba todo listo para que se produjera el momento estelar de la noche: la presentación de No More Redemption. River Crow subía al escenario abriendo el concierto con “The Rider”. El primer tema inundó la atmósfera de Groove, con esas reminiscencias del pasado que tanto nos gustan. Cuenta con un estribillo pegadizo y poderoso, que se termina fundiendo en un enorme bloque metálico gracias al buen hacer de Chema en las seis cuerdas, el imponente sonido del bajo de Zapa y los amenazadores parches de José Luis. La atmósfera comenzaba a tornarse de un negro oscuro tan solo iluminado por el brillo que despedían los pasajes melódicos que presagiaban el final del tema. Yo ya estaba sudando para entonces.

Tras este calentamiento de motores, comenzaba a sonar “Endless road”. Este tema tiene una carga simbólica especial, puesto que el primer EP de la formación manchega recibía ese mismo nombre. Y bueno, ¿qué decir?, un tema llamado a convertirse en un clásico en futuros shows en vivo, con un estribillo muy coreable “…Always be an endless road!..”. Llegados a este punto me gustaría destacar y hablar un poco de la capacidad de David “Chope” Fear y es que, su voz tiene la polivalencia, la fuerza y el sonido que la banda necesita, rindiendo a un excelentísimo nivel durante toda la noche. En ocasiones se tiene la técnica y la “voz” pero no la actitud. Bueno, este claramente no es el caso. El sonido que aporta Chope es muy personal, aunque sus influencias son claras, ¿os suena Phil Anselmo? Bueno, quizás tenga un primo perdido en La Mancha -salvando siempre las distancias, claro-.

El tercer tema, “Demon´s show” abre con un riff que parece sacado de la cabeza de Tony Iommi cabreado con el mundo. Las raíces sabbathianas parecían arrastrar a toda la Sala Nana hasta el subsuelo. El breakdown que da paso a la entrada de la parte vocal es un claro indicativo del nivel de afinidad de toda la sección rítmica del grupo. Bajo y batería son uno. Destaca, enormemente, la parte tras el solazo del tema, en la que el ritmo se transforma en un taladro perforador de cemento y nos regala rafagazos directos al cuello. En “Bleed or Die” la banda se acerca muy íntimamente al heavy metal, tras unos primeros compases “muy Pantera” la parte del estribillo rompe con un sonido mucho más brillante, más vívido.

Memorable ese “Can you see the light before your dreams?”. Tras la caña repartida, la banda sorprende a toda la sala con un pasaje psicodélicamente bello que justifica sobradamente la etiqueta de Stoner metal que va ineludiblemente ligada al grupo y que personalmente, me atrapa y me hace disfrutar de forma especial. Gran tema, siempre elegiremos sangrar, la muerte es para los débiles. “Come back home” es la balada que nos regala River Crow. Emotivo tema que incita a sacar el mechero por los aires. Bellos arpegios y un sonido muy adecuado, con guitarra acústica incluida.

A continuación suenan “Self destruction part I & II” y sí, confirmamos, la sala empieza a derrumbarse a pasos agigantados. El público ya estaba dándolo todo y la verdad es que no era de extrañar. Estos dos temas en uno he de confesar que son una debilidad personal, pues se ve claramente reflejada la identidad del grupo : Groove, riff poderosos, un enorme ejercicio de ejecución de Stoner y un sonido muy compacto que pone de manifiesto las horas de trabajo detrás del álbum. Cualquiera con un mínimo de criterio puede observar que ambas partes se complementan a la perfección. Posiblemente uno de los momentos clave del concierto, dejando el listón elevadísimo.

“Try if you can“ y “ Entropy” son dos temas que sonaron de maravilla. La banda ha demostrado tener una capacidad compositiva y una versatilidad que resultan envidiables. Ambas se abren paso con un pasaje que genera una nebulosa cuasi lisérgica en el público, para luego lanzarlo de nuevo contra el asfalto con unas estructuras contundentes que te despiertan del breve letargo, más propio de un psicoactivo que de un concierto. Un grupo capaz de mezclar growls en las partes más tralleras, en las que los patrones de batería sacuden al metrónomo hasta casi partirlo por la mitad, con pasajes de una claridad cristalina, solos con licks familiares pero empleados con mucha clase… todo bajo el amparo de unos músicos claramente inspirados, hacen que sea un concierto especial, de un estreno aún más especial.

El final se estaba acercando pero aún quedaba una buena dosis de metal que repartir. El setlist del álbum y la presentación del mismo concluye con “The man who crossed the line”, un tema que sonó de ensueño, incorporando una acertada parte más relajada, para dejar paso a una sucesión de riffs de una caña de miles kilovatios. Estructura puramente Stoner para sorprendernos con un cambio hacia el final del tema, tras el solo que, directamente, incendió la sala y los ánimos del público. Este tema es una muestra más de lo bien que le queda la voz de Chope, siendo así la pieza perfecta en el perfecto puzzle de hormigón y trance que es River Crow. Terminan de conformar el setlist una tremenda cover de la legendaria “5 Minutes Alone” de los legendarios Pantera, con la colaboración de un brutal Alex, que se subió al escenario para emular a Phil Anselmo con gran acierto, fue un tributo del que Dimebag se sentiría realmente orgulloso.

Pero la banda decidió regalarnos también una cover de “Children of the grave” de los sagrados Sabbath. Para este tema invitaron a músicos amigos de la banda, destacando la aportación vocal de María, la cual lo bordó. Su voz me recordó a varias “frontwomans” de muchos grupos de la escena actual de Stoner/sludge, como Electric Citizen o los enormes Blue Pills. Sin duda alguna, podría liderar un grupo de estas características sin despeinarse, una voz que supo aportar el siempre necesario toque “nasal” pero de significativa belleza que consiguió su objetivo, honrar las míticas líricas compuestas en los 70 por el dios Geezer Butler y compañía. Sin palabras.

El concierto concluyó con una especie de medley que arrancó con una acertada cover de “Paranoid”, himno de himnos. El único pero que se le puede poner es que si eres incondicional de Black Sabbath, echarías de menos la letra original, cosa que a mí me pasó, pero a esas alturas daba igual, la formación manchega nos había deleitado y había sellado un concierto inolvidable. Finalmente, sonaron “Shame on you”, del primer EP del grupo, un clásico ya en los shows de la banda. Este momento me puso especialmente nostálgico porque fue parte del material de grabación más añejo de la banda -sonó impecable-. Por último, a petición popular, el grupo -prácticamente fuera de tiempo- tocó un tema final, se trató de “Nightmare” , el cual siguió al nivel de todo el repertorio mostrado, con la particularidad de ser interpretado sin el bajo, el cual, por problemas técnicos, no pudo acompañar la sección rítmica de la canción.

El concierto fue estupendo, la banda está en forma y la clara muestra es el repertorio mostrado, interpretado cómodamente por el grupo y mostrando lo que es capaz de hacer tan solo con material de su “ No More Redemption”. No cabe duda, que a partir de aquí solo queda mejorar, pero las sensaciones del primer trabajo de larga duración de la agrupación fueron maravillosas. Sin duda alguna, es un gran punto de partida que, de seguir trabajando duro, puede ser el perfecto predecesor a un próximo trabajo que catapulte definitivamente a River Crow a hacerse un hueco seriamente en el panorama nacional.

Texto : Javi "Rockefort" Mozos

Edición : Woody Rockefort

Fotos : Pedro Doblado Foto Music

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